Financiamiento permanente
Financiamiento electoral
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Financiamiento Permanente
Financiamiento de los partidos políticos
El financiamiento de los partidos políticos y de las campañas electorales adquirió una nueva modalidad, una vez que se produjo la transición a la democracia y el establecimiento de un nuevo orden institucional en el Ecuador (1979), situación que coincidió con procesos de ampliación de la ciudadanía y de surgimiento de nuevos partidos.
En efecto, durante el régimen oligárquico, el sistema partidario funcionó alrededor de dos organizaciones – Liberal y Conservadora – y del Populismo, que dominaron la escena política durante más de 50 años, hasta fines de la década de los setenta. Durante ese período, el financiamiento de los partidos y de las campañas electorales correspondió a la iniciativa privada y su monto estaba relacionado con el nivel de «compromiso» de cada uno de los candidatos con los círculos de poder del régimen oligárquico.
En el período, la relevancia de los medios de comunicación social era escasa y las campañas respondían a lógicas clientelares, a movilizaciones y a concentraciones masivas. Los analfabetos no votaban y las mujeres letradas lo hacían de manera optativa, por lo que los partidos funcionaban de manera «premoderna», siendo que la relación del candidato con sus electores se establecía de manera «directa».
La modernización del sistema político
En el período, la relevancia de los medios de comunicación social era escasa y las campañas respondían a lógicas clientelares, a movilizaciones y a concentraciones masivas. Los analfabetos no votaban y las mujeres letradas lo hacían de manera optativa, por lo que los partidos funcionaban de manera «premoderna», siendo que la relación del candidato con sus electores se establecía de manera «directa».
La modernización del sistema político derivó en un sistema de «múltiple fragmentación», basado en tres partidos «grandes», ubicados en las tendencias de derecha, centro izquierda y populismo. Sin embargo, los partidos que las representaban se encontraban en «permanente transición» sin quedar estables en el escenario. Uno de ellos organiza el gobierno sin amplias alianzas. Todos los partidos en el gobierno han entregado el poder a la oposición, produciéndose alternabilidad entre los principales partidos vigentes. En la actualidad, el sistema cuenta con 11 partidos con representación parlamentaria. Ninguno ha logrado acceder al gobierno sin acudir a la segunda vuelta.
Partidos con representación parlamentaria
El financiamiento de los partidos políticos y de las campañas electorales adquirió una nueva modalidad, una vez que se produjo la transición a la democracia y el establecimiento de un nuevo orden institucional en el Ecuador (1979), situación que coincidió con procesos de ampliación de la ciudadanía y de surgimiento de nuevos partidos.
En efecto, durante el régimen oligárquico, el sistema partidario funcionó alrededor de dos organizaciones – Liberal y Conservadora – y del Populismo, que dominaron la escena política durante más de 50 años, hasta fines de la década de los setenta. Durante ese período, el financiamiento de los partidos y de las campañas electorales correspondió a la iniciativa privada y su monto estaba relacionado con el nivel de «compromiso» de cada uno de los candidatos con los círculos de poder del régimen oligárquico.
En el período, la relevancia de los medios de comunicación social era escasa y las campañas respondían a lógicas clientelares, a movilizaciones y a concentraciones masivas. Los analfabetos no votaban y las mujeres letradas lo hacían de manera optativa, por lo que los partidos funcionaban de manera «premoderna», siendo que la relación del candidato con sus electores se establecía de manera «directa».
La modernización del sistema político derivó en un sistema de «múltiple fragmentación», basado en tres partidos «grandes», ubicados en las tendencias de derecha, centro izquierda y populismo. Sin embargo, los partidos que las representaban se encontraban en «permanente transición» sin quedar estables en el escenario. Uno de ellos organiza el gobierno sin amplias alianzas. Todos los partidos en el gobierno han entregado el poder a la oposición, produciéndose alternabilidad entre los principales partidos vigentes. En la actualidad, el sistema cuenta con 11 partidos con representación parlamentaria. Ninguno ha logrado acceder al gobierno sin acudir a la segunda vuelta.
Financiamiento Electoral
Financiamiento de los partidos políticos
El financiamiento de los partidos políticos y de las campañas electorales adquirió una nueva modalidad, una vez que se produjo la transición a la democracia y el establecimiento de un nuevo orden institucional en el Ecuador (1979), situación que coincidió con procesos de ampliación de la ciudadanía y de surgimiento de nuevos partidos.
En efecto, durante el régimen oligárquico, el sistema partidario funcionó alrededor de dos organizaciones – Liberal y Conservadora – y del Populismo, que dominaron la escena política durante más de 50 años, hasta fines de la década de los setenta. Durante ese período, el financiamiento de los partidos y de las campañas electorales correspondió a la iniciativa privada y su monto estaba relacionado con el nivel de «compromiso» de cada uno de los candidatos con los círculos de poder del régimen oligárquico.
En el período, la relevancia de los medios de comunicación social era escasa y las campañas respondían a lógicas clientelares, a movilizaciones y a concentraciones masivas. Los analfabetos no votaban y las mujeres letradas lo hacían de manera optativa, por lo que los partidos funcionaban de manera «premoderna», siendo que la relación del candidato con sus electores se establecía de manera «directa».
La modernización del sistema político
En el período, la relevancia de los medios de comunicación social era escasa y las campañas respondían a lógicas clientelares, a movilizaciones y a concentraciones masivas. Los analfabetos no votaban y las mujeres letradas lo hacían de manera optativa, por lo que los partidos funcionaban de manera «premoderna», siendo que la relación del candidato con sus electores se establecía de manera «directa».
La modernización del sistema político derivó en un sistema de «múltiple fragmentación», basado en tres partidos «grandes», ubicados en las tendencias de derecha, centro izquierda y populismo. Sin embargo, los partidos que las representaban se encontraban en «permanente transición» sin quedar estables en el escenario. Uno de ellos organiza el gobierno sin amplias alianzas. Todos los partidos en el gobierno han entregado el poder a la oposición, produciéndose alternabilidad entre los principales partidos vigentes. En la actualidad, el sistema cuenta con 11 partidos con representación parlamentaria. Ninguno ha logrado acceder al gobierno sin acudir a la segunda vuelta.